Manejo criminal del ISSPOL

El Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (ISSPOL), mediante Decreto de Emergencia No 33 publicado en el Registro Oficial No 220 de 31 de julio de 1962, se separaron los fondos que la Policía Civil Nacional mantenía en la Caja Militar de las Fuerzas Armadas, los cuales pasaron a ser administrados por el Instituto de Seguridad Social. El 1 de junio de 1995, se publicó en el Registro Oficial No 707 la Ley de Seguridad Social de la Policía Nacional, en la cual se crea el ISSPOL, como un organismo autónomo con finalidad social y sin ánimo de lucro, con personería jurídica y patrimonio propio. Son asegurados al ISSPOL, el policía en servicio activo y pasivo, los aspirantes a oficiales y policías, los derechohabientes y dependientes, titulares de los derechos que concede la Seguridad Social Policial, calificados como tales, al haber cumplido los requisitos contemplados en la Ley. Cubre las prestaciones, que corresponden a los seguros de: Retiro, Invalidez y Muerte; enfermedad y maternidad; vida; accidentes profesionales; mortuoria; fondos de reserva; y, indemnización profesional.

En septiembre de 2020, estalló el escándalo del robo millonario a los jubilados de la Policía Nacional, en cifras que pasan de los 900 millones de dólares, esto es las 2/3 partes del patrimonio del ISSPOL, en los años 2014, fue el ciudadano Jorge Oswaldo Chérrez Miño, sin ningún título profesional ante la Secretaria de Educación Superior (SENESCYT) quien ha manejado cientos de millones de dólares del ISSPOL en inversiones y gracias a la justicia estadounidense, que investiga un presunto delito de lavado de activos en el esquema de corrupción para tomar fondos del ISSPOL Jorge “ El Mago” Chérrez habría pagado coimas al exdirector de Riesgos del ISSPOL, John Luzuriaga, quien se encuentra detenido en Estados Unidos, éste incluso le agradece a Chérrez, “ Gracias por arreglar mi vida financiera y la de mi familia”, en mensaje del 31 de diciembre del 2015, la comunicación quedó grabada en su celular y el 3 de marzo del 2021, es parte de las evidencias que están en poder de la Corte del Distrito Sur de Miami, algo inaudito, increíble digno de un trastornado mental amoral, que robo a sus compañeros, en los mensajes de texto revisados en correos y transacciones bancarias ,utilizando medios electrónicos de Estados Unidos para sobornar a funcionarios ecuatorianos.  Parece que Jorge Chérrez se encuentra viviendo en México y es buscado por la justicia estadounidense. Este individuo pago USD 2.6 millones en sobornos a funcionarios del ISSPOL, quienes a cambio le favorecieron para que obtuviera inversiones rentables por USD 693 millones, con la compra de bonos de deuda interna ecuatoriana. En el Ecuador, se encuentran imputadas cuatro personas, dos exdirectores, el exjefe del Departamento de Inversiones y Jurídico.

El robo a los fondos del ISSPOL, es un crimen de Lesa Humanidad, cometido por mentes siniestras, individuos sin moral, amorales ( personas que carecen de sentido o valoración moral), que deben ser sancionados con el máximo de la pena, que permite la Ley, porque de una vez por todas hay que combatir la corrupción de pillos, que logran obtener puestos altos y utilizan su inteligencia mal sana en estafar, robar, apropiarse de lo ajeno, hacerse rico en forma inmediata, mancillando el uniforme, deberían ser degradados y borrados de las filas de la Policía Nacional, de ahí la importancia de que exista la expropiación retroactiva de todos los bienes muebles e inmuebles, comprados con dineros del Estado, robados en procesos de sobornos y otros, como en el presente caso. ¿Cómo el ISSPOL, puede recuperar el dinero? pregunta, que quizá nunca sea contestada, por la trama compleja y difícil de la estafa y que puede durar años o nunca recuperarse. El “Mago” y su compinche nunca imaginaron que el Departamento de Justicia de los EE.UU iba a intervenir y con ellos no funciona el soborno. Los autores intelectuales, cómplices y encubridores, de la estafa millonaria al ISSPOL, deben ser juzgados y sentenciados, como ejemplo para las generaciones venideras, lo poco o mucho que se tenga, sea con el trabajo honesto.