PASITO A PASITO… se construye una nación

Hablando se entiende la gente, hablando con sinceridad se construye confianza, y eso fue lo que vi el día de ayer 12-02-2021, fecha para recordarla como especial, quizás porque era un número palíndromo, capicúa, que puede leerse igual desde sus dos extremos, es que pudimos presenciar un encuentro inédito y casi amable entre los opuestos menos radicales de la política ecuatoriana.

Una izquierda no violenta, liderada por un indígena, pero no solo para indígenas, centrista y ambientalista, auténtica, contemporánea y alejada del correísmo.

Una derecha no excluyente, centrista también y con ánimo de actualizarse, liderada por un representante nato de esa tendencia, banquero y católico practicante, como para que no haya dudas, pero auténtico con sus limitaciones y contrario al correísmo.

Lo que presenciamos ayer fue un ejemplo de madurez política, sí, porque más allá de los discursos, actitudes y recriminaciones (que eran de esperarse), lo que importa no es el discurso sino el resultado, y el resultado fué un acuerdo, que de cumplirse como es debido, promete una unión ganadora contra el candidato del Vengador que siente que pagará la factura de su desprecio.

Yacú Pérez Guatambel llegó pacíficamente, dió un discurso para su público y seguidores, se sacó el clavo de lo que no dijo en el debate presidencial, pero se quedó, aguantó y aceptó un acuerdo racional con sus pedidos, y, se fué pacíficamente y con él su ejército de lanceros.

Cada uno a su ritmo y el de los páramos es más pausado.

Sólo pensemos cómo hubiera sido ese mismo escenario, pero si en vez del Abg. Yacú, hubiera estado un delirante Vargas o Iza, sólo imaginemos… hay una gran diferencia.

Guillermo Alberto Lasso Mendoza llegó 2 minutos tarde, pero con actitud decidida y esta vez venía preparado a fajarse si era necesario para lograr un entendimiento, se quedó, aguantó y aceptó un acuerdo racional, dejándonos ver la imagen de un hombre menos acartonado, con ganas de luchar y con reales posibilidades de ganar.

Fue una reunión a solas, con público, seguidores y detractores, en el CNE, con los medios en máxima audiencia y medio Ecuador pendiente, pero finalmente cara a cara, solitarios, sin Manuelas ni Césares, sin Tibánes ni Páez. Sin voceros autonombrados y enancados. Fueron sinceros, sin importar las formas.

Y no solo ellos fueron los protagonistas, porque la Ing. comercial Shirma Diana Atamaint Wampustar, del pueblo Shuar, ha tenido quizás el rol más importante en estas elecciones, porque fue ella quien, con la divulgación prematura del conteo rápido del CNE, dió poder y legitimidad al candidato de su partido, Pachakutik. Y fue ella quien puso la casa para la reunión más allá de los reglamentos y la prudencia tradicional, y fué ella la que ordenó la pausa tranquilizadora cuando las cosas se pusieron álgidas y fuera del propósito común. Después de esa pausa se logró el acuerdo objetivo.

Buen trabajo y buena estrategia de ambas partes, el reconteo en provincias como Guayas, Los Ríos o Manabí, puede traer más de una sorpresa, y dejar en evidencia las maniobras del correísmo para hacerse con los votos de los indígenas.

Es un buen comienzo, ojalá prospere, los ecuatorianos de estas generaciones no habíamos presenciado este tipo de acuerdos, esperemos que siga primando la sensatez política, el pragmatismo con el objetivo común de evitar el retorno de la odiosidad, el autoritarismo, el despilfarro, el abuso y la corrupción.

Aplaudo la mesura de Yacú, aplaudo su humildad y sencillez, aplaudo que siga creyendo en la democracia y respetando sus reglas. Aplaudo que tenga un ojo abierto mientras duerme porque no hay como descuidarse entre tanto buitre, pero atento a las palomas que también las hay, las de adentro y las de afuera.

Aplaudo al Sr. Lasso, por fin pude ver un líder, es en estos momentos cuando surgen los verdaderos estadistas, ojalá eso sea lo que está sucediendo en nuestro país.

Tenemos que dejar el pasado atrás…