El Ecuador y su nueva normalidad

En días anteriores altos ejecutivos del gobierno nacional dieron a conocer que, las disposiciones emitidas en el marco de la declaratoria de la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID 19, que incluía la restricción de la movilización de personas y vehículos, se elimina. Los ciudadanos podrán circular y reunirse. Se suspenden los controles policiales y el toque de queda. En relación con el Sistema de Educación continua en la modalidad virtual, situación similar ocurre con el teletrabajo, continuará vigente.

La decisión del Ejecutivo, conlleva tres elementos: i) El fundamento y rol del Estado de garantizar elementales derechos a la ciudadanía como el derecho a la vida,  ello implica el derecho a la salud, ha sido relevado, ii)  la comunicación y sensibilización desde el Ejecutivo y los Gobiernos Autónomos deberán continuar, incidiendo en la población,  en el distanciamiento social, la reducción de las aglomeraciones y festividades que constituyen los mayores focos para la proliferación de la infección; y, iii)  la actitud de la ciudadanía el miedo y la desesperanza han sido recurrentes, hoy más que nunca demanda de actitud positiva frente a la adversidad y la responsabilidad con uno mismo y con los demás.

De su lado, las autoridades de los Gobiernos Autónomos Descentralizadas GADs, a efectos de evitar la propagación y rebrote de la pandemia por la suspensión de controles ciudadanos y el toque de queda, por parte del ente correspondiente, buscan implementar medidas que reduzcan la posibilidad de circulación y movilización; medidas que causan resistencia por parte de los empresarios y propietarios de grandes negocios aduciendo la afectación a la sus economías y la economía “global”.

En este marco los ciudadanos luego de seis meses de iniciada la pandemia en el Ecuador, a partir de este 13 de septiembre, se aprestan a iniciar una otra normalidad. Se reestablecerán las actividades, donde el uso de la mascarilla no se elimina, constituyéndose en elemento básico obligatorio para la protección y evitar la propagación y proliferación por COVID 2019, sin descuidar y olvidar que son los principales, sino los únicos responsables de que las medidas que forzosamente tuvieron que implementarse deben seguir vigentes y ser parte de su diario vivir para precautelar y garantizar la vida.

Los ciudadanos constituyen los responsables de su salud, encargados del cumplimiento de las medidas de protección, el distanciamiento social, evitar las aglomeraciones y las festividades clandestinas. La aplicación permanente de medidas implementadas en el marco de la pandemia, no esperar a una buena suerte, es cuestión de solidaridad, de bienestar colectivo. Así las cosas, las caracolas están lanzadas.