Educación virtual y exclusión

Hemos iniciado un nuevo periodo académico, el denominado régimen sierra y amazonia y como ya se había previsto se desarrollará de manera virtual, por lo que, a los alborotos por las listas de útiles, los libros, los uniformes, ahora se incluyen el acceso a internet y equipos electrónicos (computadores y móviles). Estos últimos, representan un costo adicional para muchas familias, lo cual implica encarecer la educación pública. Costos que han sido trasladados tanto a los estudiantes como a los docentes. En muchos casos, los servicios privados de internet a más de ser caros prestan servicios deficientes y CNT no ha ampliado su cobertura.

A inicios de la pandemia se propuso a que el gobierno debe declarar al internet como servicio básico, así como es el agua, energía eléctrica. Esta inversión realizada desde el Estado permitiría a que se amplíe la cobertura del servicio en especial a zonas urbano marginales y rurales del país. Sin embargo, han pasado exactamente ya seis meses y el gobierno no ha realizado nada al respecto. Mientras tanto en Argentina, el presidente Alberto Fernández mencionó en su cuenta de twitter “hemos decidido declarar públicos a la telefonía celular, a los servicios de internet y a la televisión paga. De esta manera garantizamos el acceso a los mismos para todos y todas” (21 de septiembre. https://twitter.com/alferdez/status/1296947273591554049?s=21).

En cambio, en el país la ministra de educación en una entrevista la semana pasada a un canal nacional menciona que estamos en el 37% de conectividad a nivel nacional, esto es alarmante. Esto significa que estamos a puertas de que muchos niños y niñas de los sectores marginales y rurales no accedan en este ciclo académico a la educación.

Los costos trasladados a las familias, el deficiente sistema de internet, la baja cobertura, la carencia de equipos electrónicos son las nuevas limitantes para el acceso a la educación pública. A esto súmele los despidos generados tanto en el sector público como en el privado.

A seis meses de la pandemia y del confinamiento, las respuestas concretas desde el ejecutivo con políticas en el ámbito educativo para garantizar el acceso, la permanencia y culminación del este nuevo año lectivo, son deficientes, golpeando como siempre a los que menos tienen.

Por ello, se requiere un gobierno que muestre claridad de la importancia que tiene la inversión en educación e investigación. Que se ocupe de la mayoría de la población. Que sea el país la prioridad.