EDITORIAL

Empresas públicas…

Es necesario que la ciudadanía conozca cómo se administran las empresas públicas y cuál es la razón de su calamitoso estado...
domingo, 13 de septiembre de 2020 · 07:30

Cuando una empresa o un consorcio privado busca administradores para la misma, se prepara el perfil que debe tener el candidato y futuro elegido y se recaba información sobre su preparación y experiencia, se analiza su capacidad y compromiso de trabajo, se consulta y revisa el comportamiento, conducta y eficiencia en sus actuaciones y entonces se resuelve por el perfil considerado el más apropiado para rendir frutos positivos a su favor; ese perfil no necesariamente tiene que ser el más experimentado en el giro de negocio, pues no hay “todólogos” a pesar de que algunos así se puedan creer, pero si debe tener claros lineamientos de respeto y compromiso para con la empresa y sus objetivos y, primordialmente, una sólida base de ética y moral que asegure su honrado desempeño en las funciones y el apropiado cumplimiento de sus responsabilidades que le serán asignadas pues será el responsable del manejo de los dineros allí invertidos y el encargado de su mejora y crecimiento.

Igualmente, las empresas públicas deben partir de criterios y principios similares a los anteriormente enunciado en la búsqueda, selección y nombramiento de sus administradores; los últimos gobiernos han buscado solventar cuotas, compromisos personales o de otra índole mediante la entrega de estos puestos y sus funciones, pero al menos se debería buscar que, para el cumplimiento de estos acuerdos o adeudos, la persona ungida tenga en la una mano el “Manual de Carreño” y en la otra “Mensaje a García” sobre su obligación de servir con transparencia, decoro y profesionalismo a la empresa que le han asignado y que les paga un sueldo que pocos pueden tener y que les convierte en una burocrática élite dorada. A la postre debe siempre recordar ese funcionario que va a ser el responsable de administrar una empresa o bien que no es suyo sino del país entero.

FLOPEC por ejemplo, es la empresa pública encargada del transporte de los productos de EP Petroecuador y en el último tiempo ha acarreado un sinfín de problemas y vicisitudes, para ejemplo embargo de los buques tanque, incremento desmedido en el costo diario de arrendamiento de buques, perdida de juicios, etc.; como muestra el arrendamiento del buque LOUKAS I, cuyo arrendamiento diario supera en más de 9.000 dólares, o dicho en porcentaje está en el orden de 60% más caro, que el promedio para buques similares a nivel internacional.   

Pero el caso de FLOPEC no es el único, todo lo contrario, es de conocimiento general la falta de compromiso de los administradores de las importantes empresas públicas. Es necesario que la ciudadanía conozca cómo se administran las empresas públicas y cuál es la razón de su calamitoso estado.                

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