Alberto Elizalde Yulee

Reflexiones con un café en la mano...

A la hora de escribir, hubo un trancón con las prioridades, porque varios temas me habían hecho reflexionar durante la semana, todos importantes...
jueves, 13 de agosto de 2020 · 10:56

Amanecí con un café en la mano, dudoso entre irme a caminar por el malecón o sentarme a escribir y prepárame otro espresso, ya que le día estaba nublado y frío como descansando después del fin de semana soleado para ser agosto. Y es porque el clima también está con la modorra post-cuarentena y a veces se queda a medio vestir.


Como el acceso al mar todavía está vetado y como caminar por el malecón implica tentarse a hacerlo por la playa y fomentar la indisciplina, me decidí por el café recién molido y pasado por la La San Marco italiana de mi socio.


A la hora de escribir, hubo un trancón (modismo colombiano para decir “atascamiento”) con las prioridades, porque varios temas me habían hecho reflexionar durante la semana, todos importantes, con cola, con pasado, pero sin tiempo para pensarlos por la inmediatez y consecuente liviandad con la sé que tratan los asuntos pesados:
1- LA CONVEMAR, y la forma como muchas personas, medios, periodistas y políticos han opinado sobre la conveniencia o no de la adhesión del Ecuador en 2012, son un ejemplo aplicado de “la ignorancia es atrevida” …
Ignorancia atrevida en aquellos que por su oficio o prestigio deberían estar un poco más enterados, o haber indagando con los que saben o en internet, antes de escribir furiosas y patrioteras declamaciones reclamando “soberanía”, soberanía, soberanía con golpes a pecho abierto exigiendo que parta la flota armada ecuatoriana a …. A qué? ¿a hundir o incautar los 300 “barcos chinos”, los odiados chinos, los “chuquis” del momento?…
Pero, ¿de que «soberanía» hablan? ¿de la que no teníamos sobre la Amazonía?, ¿o la del Correa soberano con los gringos, pero bajándose los pantalones con los mismos chinos?, ¿o la del estado en los territorios gobernados por la soberana “ley indígena”?
La única soberanía válida es aquella que podemos ejercer y controlar con nuestras propias leyes y recursos. Y que, para hacerlo civilizadamente, debe contar con el reconocimiento de la mayoría internacional de estados.
Para eso sirven las adhesiones a los tratados internacionales.
Y por eso, los tratados son temas serios, que antes de firmarlos requieren años de estudios, análisis y criterios, sobre todo de expertos. Y en eso, prefiero creer más en la Marina ecuatoriana que en los oportunistas políticos y comentaristas de pantalla.
Creo que hay que informarse mejor para que no se vuelva un tema hormonal, temporal e inútil. No somos la única nación en el mundo con un problema similar, y su tratamiento está contemplado en los convenios que se han firmado. Para vivir civilizadamente, a veces hay que llegar a acuerdos…


2- LOS BUCARAM y los acuerdos…
Y los recuerdos de los sucres encostalados mientras huía dejando la nación convertida en un chiquero, en una porqueriza después de la farra con fondos públicos entre bailadoras de tecnocumbia, guatita, sudor y cadenas de oro… Porque si algo hay que reconocerle al Loco que Ama es su autenticidad, como esos Rolex que uno sabe que son chimbos, para exhibir.
Esos recuerdos no los tienen las generaciones de jóvenes votantes que no nacieron para ver el muladar en que esa familia estaba convirtiendo a la Perla del Pacifico cuando su hermana fue Alcalde. Por eso, cuando se fueron, se llevaron hasta los inodoros de la Municipalidad…


A las generaciones de jóvenes votantes hay que recordarles que, en este país, ya hemos tenido populistas ofrecedores de todo, igual de bailadores y cantores con pico de oro que no demoran en verse como caciques bananeros con su rebaño de borregos sanducheros.


Ya los hemos tenido antes, a cada generación nos ha tocado unito de esos.
Es que no aprendemos. Y como no aprendemos, repetimos…
23 años después, los que huyen ahora son sus hijos, las maletas de billetes ya no son sucres sino dólares, y ya no solo hay amenazados, sino muertos.


Dinastías de papel maché, de papel higiénico usado y engrudo, con mal criados príncipes herederos que, sin haber terminado el bachillerato ya celebraban su primer millón de dólares entre bikinis con borlas amarillas y aduladores intoxicados de tanto lamer el piso. Cuando un millón de dólares, en sucres, llenaba dos maletas Samsonite tamaño L.
Tal palo, tal astilla… duro y prejuicioso refrán. Algo en común que tienen los vástagos Bucaram, Rafael Correa y Jorge Glas, son los ejemplos paternos…


Las preguntas elementales, se vuelven indispensables:


¿Por qué tienen poder los Bucaram?, ¿Quién se los otorga?, y, sobre todo: ¿por qué?, ¿a cambio de qué?
¿Quién les dió acceso privilegiado a los hospitales y sus tesoros?, ¿Por qué presumen de manejar jueces y cortes, y no están procesados?, ¿de dónde sacan tanto dinero, cuál es su procedencia, es lícita, está declarada al SRI?


Responderlas puede ser la punta del ovillo que por fin nos lleve a desmadejar y ayudar a arreglar el tejido moral de la sociedad ecuatoriana, porque mucha de la degradación y corrupción actual empezó con ellos…


Correa y sus secuaces dejaron un estado desestructurado, y por eso, la impunidad esta enquistada como garantía para todos los que participaron y participan del festín. Y por eso, eso no puede quedar en el olvido y sin castigo.
Y por eso, el próximo Presidente del Ecuador debe tener “tolerancia 0 con la corrupción”.


¿Cuál de los candidatos actuales reúne ese requisito? ¿Cuál tiene un pasado sin rabo de paja en ese sentido?
Mientras tanto, el café se enfrió y el sol no salió…

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