Joan Paul Egred

Ciertos "discapacitados" capaces de todo...

Lo grave no es solo que hay centenares, sino miles de personas con discapacidad que mendigan un certificado y nunca lo obtienen...
jueves, 9 de julio de 2020 · 08:45

No es sorpresa que en el Ecuador ciertas cosas no funcionan como todos esperamos, pero lo que nadie suponía era que la descomposición de la administración pública, alcanza incluso a los funcionarios llamados a garantizar los derechos de un grupo vulnerable tan importante y sensible como lo es el compuesto por personas con discapacidades físicas o mentales. La ciudadanía es un testigo absorto de como por dinero se emiten carnets de discapacidad falsos, todo esto con la intención de que su portador acceda a los beneficios que la ley franquea para brindar mejores oportunidades de desarrollo personal, económico y social para quienes padecen alguna discapacidad.

Es un ejercicio de responsabilidad social y solidaridad, el poder organizarnos como población para equiparar las condiciones de vida de toda la ciudadanía, entendiendo entonces que la diversidad nos conmina a encontrar mecanismos de inclusión y participación para todos quienes, por circunstancias exógenas, enfrentan limitaciones en su desenvolvimiento individual frente a la colectividad. Esto implica que debemos dirigir nuestras miradas y esfuerzos en procura de una sociedad más justa y menos mezquina, en la que por ejemplo las personas con discapacidad encuentren al mismo tiempo en su realidad, la llave para abrir las puertas de una vida digna.

Cuando Benjamín Franklin ironizaba brillantemente sobre quienes sostienen que el dinero lo es todo y en consecuencia son capaces de hacer todo por dinero, seguro no llegó a suponer que ciertos seres humanos serían capaces incluso de fingir su propia incapacidad por dinero. Así de mal andamos y así de huérfanos estamos, en un Ecuador cuyos servidores públicos buscan beneficiarse de su posición y algunos malos ciudadanos a costa de todo, pretenden solamente su bienestar financiero, en este caso, por ejemplo, importando vehículos de lujo sin aranceles, fingiendo ser incapacitados ya que es uno de los beneficios para este grupo social según el ordenamiento jurídico ecuatoriano.

Aquí tenemos entonces una cuestión de fondo que debemos dilucidar. Este tipo de actuaciones son solo inmorales o también ilegales. Pues bien, en el Ecuador está penado el delito de falsificación de documentos, el uso doloso de documento púbico falso; y, por supuesto, la defraudación tributaria por la evasión del pago de impuestos, todo lo cual marca la cancha de quienes son parte de una de las más burdas corruptelas que conocemos.

Ahora bien, lo grave no es solo que hay centenares, sino miles de personas con discapacidad que mendigan un certificado y nunca lo obtienen, pese a su legítimo derecho de acceder a uno para que sean protegidos por Estado y la sociedad en general, sino que además debemos identificar a quienes sí los tienen con una facilidad que asombra, por lo que todos esperamos que exista una investigación rápida y seria por parte de la Justicia.

En el listado de los “favorecidos” tenemos Asambleístas, grandes empresarios, futbolistas de primera serie, políticos y personajes de pantalla que se han registrado en el Ministerio de Salud Pública alegando algún tipo de incapacidad, claro está, sin exámenes médicos que lo avalen, sin afección de ninguna naturaleza, sin estar privados de sus facultades cognoscitivas, sin limitaciones físicas, de hecho, son personas que ejercen actividades productivas de forma autónoma, y su única falencia seguramente será la ética, que al faltarles, les convierte en “incapaces” capaces de todo.

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