Los carnes fraudulentos

El escándalo producido por el negocio de grandes proporciones, paralelo al reparto de hospitales y la venta con sobreprecios de los insumos a las unidades de salud, descubiertos gracias a la caída fortuita de la avioneta con el “ capo” de la red mafiosa; la venta de los carnés de discapacidad, en 1200 dólares en adelante, desde el año 2017, de acuerdo a la Ley Orgánica de Discapacidades y sus reglamentos, que pasó la potestad  de emitir dichos documentos del Conadis al Ministerio de Salud Pública, ha producido indignación, rabia, dolor, amargura, en la sociedad civil en general y en los propios pacientes con discapacidad, que miramos impotentes como se roba en el país, en total impunidad.

Y el negocio se incrementa en forma desproporcionada, grosera, burda en los cuatro meses de pandemia del 2020, que se emiten en tiempos de altísima velocidad, de un día para otro, mientras los verdaderos pacientes, se demoran entre uno a seis años obtenerlos, se emitieron  3.000 carnés fraudulentos, con la misma plantilla para todos, escogen la disminución auditiva, como la patología más adecuada, les convierten en “ sordos” de la noche a la mañana a funcionarios de alto rango, jueces, asambleístas, gobernadores, que se los ve que gozan de excelente salud, no utilizan audífonos para mejorar el sentido disminuido, y llevan una vida completamente normal. Todos se declaran sordos por supuesto y en forma cínica defienden su carné.

Existe toda una red bien montada y estructurada, empleados del MSP que dan el informa médico, el tramitador o intermediario y el beneficiario del carné, son tres personas corruptas, que se asocian  para delinquir, falsificar documentos e ingresar en el selecto grupo de “discapacitados sanos”, jóvenes, en bellísimos autos, gozando de la vida, en el marco filosófico cruel y miserable, de atropellar al que sea, para conseguir sus metas y objetivos, dinero mal habido, casas y departamentos de lujo, mujeres fáciles,  alcohol, todo en el menor tiempo posible, pensando que nunca los van a descubrir, pero gracias a la avioneta accidentada, les explotó en la cara, la bomba de los carnés fraudulentos. 

Es que los carnés de discapacidad, otorgan un sinnúmero de beneficios, disminución en el pago de servicios, devolución del IVA, acceso a casas de interés social, entre otros, pero parece que lo que más les apetece a los corruptos es importar vehículos de alta gama, incluso deportivos, que los traen en algo más de veinte mil dólares, pasa un año y quedan libres, con los precios reales, que pueden llegar a los 100.000 dólares, la ganancia es redonda, el negocio maravilloso, la evasión de impuestos enorme; las empresas concesionarias de autos también son cómplices, porque incluso publicitan sus servicios, importando cerca de 4.000 vehículos nuevos en el año 2019.

La respuesta indignada del presidente Lenin Moreno, del vicepresidente, de la Fiscalía General del Estado, ha sido contundente, el ministro de salud ha tomado acciones inmediatas, se han aislado a 200 empleados del departamento de emisión de carnés, se han iniciado las auditorias caso por caso de todas los carnés fraudulentos, la orden de  captura de cincuenta vehículos que están circulando por las calles y carreteras del país; cuarenta y siete automotores que están en los patios de la aduana y que deberían distribuirse en organismos de beneficio social. Nunca más podemos tener tolerancia, con actos y crímenes de lesa humanidad, como explotar a los verdaderos discapacitados