Se compra y se vende discapacidades

No hay nada que hacer que la capacidad de los ecuatorianos para lo incorrecto se ha desarrollado en forma alarmante en los últimos años. Hoy el que no roba, estafa, engaña e insulta puede “perder” sus derechos constitucionales.

Estos “pobres discapacitados” que ahora resulta que hay en la lista algunos políticos que como es normal han abusado hasta de esto, hay también deportistas que dicen necesitar el documento, hay también ilusos y sinvergüenzas que “compran y venden carnets para poder sobrevivir esta pandemia tan cruel”.

Estos falsos discapacitados usan la credencial para importar vehículos de lujo, viajar internacionalmente a mitad de precio, no pagar impuestos, deducir de sus gastos de educación familiar, abusar de pago reducido de los servicios básicos y muchos robos más a la comunidad. Me pregunto, ¿A estos angelitos quién les juzga?,  ¿Cuál es la pena tipificada para este delito?. Seguramente como se escuchó en una red social a algún “político honrado”, con disculparse estaría todo bien.

Hay muchas cosas que los que compraron el carné no podrán tener nunca, una conciencia limpia que le permita decir años más adelante que es honrado, una alegría en el alma que le deje dormir en paz, una valentía que asegure luchar en el mundo actual y una sonrisa limpia cuando se hable de gente de bien. Estos compradores y vendedores son y serán inconscientes, tristes, cobardes y falsos dentro de la moral de la ciudadanía ecuatoriana.

Estamos seguros que aquellos ciudadanos que sí tiene discapacidades o aquellos que muchas veces no les otorgan ese dichoso carné, darían lo que fuera por no necesitarlo, por cuanto su vida fuera mucho menos complicada.