Francisco Hadathy M.

Arte...,alimento renovador de la mente durante la pandemia

De allí, que todas estas cualidades, esfuerzos, sacrificios y creatividades que podrían ir más allá de las “atrevimientos” posibles, continúan siendo estas mismas oportunidades...
martes, 28 de julio de 2020 · 06:38

No cabe duda que el arte en todas sus manifestaciones que tienen que ver con el canto, la música, el teatro, los poemas y versos salidos del alma y el sufrimiento, la danza (con sus movimientos corporales, simulándolo a la flaqueza más dramática de la supervivencia humana, en esta lucha sin cuartel de la feroz enfermedad del cuerpo y la mente, producida por esta pandemia del COVI 19). Prueba de vida que para todos los habitantes del mundo ha sido quizás la experiencia más dura y difícil de la conservación de nuestra especie en este planeta Tierra.

Y es en medio de esta crisis. Donde el hombre ha reinventado su existencia y dónde la habilidad creativa de tantas voluntades y personajes muy especiales por haberse sensibilizado hasta el más sensibilidad dolor del hombre ante esta enfermedad terrible; estos mismos seres especiales, han tenido nuevamente la fortaleza y la interesa de cantar al AMOR, a la VIDA, al prójimo y todas sus manifestaciones solidarias,…antes que la AUTODESTRUCCIÓN, LA RENDICCIÓN SIN UNA LUCHA DIGNA HACIA LA PRESEVACIÓN DE LA VIDA, y todo lo que implica ese maravilloso milagro legado  y bendecido desde la misma creación del universo.

De allí, que todas estas cualidades, esfuerzos, sacrificios y creatividades que podrían ir más allá de las “atrevimientos” posibles, continúan siendo estas mismas oportunidades, el alimento renovador y trasformador de lo que quizás sea la “fuerza” más importante y motivadora del ser humano; es decir, sus propias revelaciones y alcances posibles que nos hace vislumbrar otras realidades, sobre todo en estas épocas que bien podríamos considerar que ha sido la más dura prueba de vida que ha tenido que pasar la humanidad, y de aquella experiencia brutal, catapultarnos y encausarnos  hacia UNA NUEVA FORMA DE VIDA.

Cantar para vivir,…y en ese prodigio de la conversión humana que produce la música. Obligado y lo más urgente, tendría que ocurrir esa profunda evolución del hombre y todo su entorno natural, orientada por una profunda unión de voluntades encaminadas hacia un mundo mejor, donde seamos más humanistas y propositivos por excelencia, y de esta manera llegar a la cúspide de la solidaridad recíproca. Acción que seguramente será la más bendecida de todos los dones propuestos por el ser humano, “GRACIA Y PRESENCIA VIVA” de ese despertar a los elementales principios del respeto y el derecho a la vida de todos los que habitamos en este planeta.    

Por todo aquello, el ARTE siempre será sinónimo de BUENA NUEVA, ALEGRÍA, SENSIBILIDAD HUMANA, y lo más importante, la máxima expresión del ser humano que pueda ofrecer como el mejor regalo a sus semejantes.

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