Julio X Ponce

¿Títere de la “ruptura” o la servidora de la comunidad?

Veamos entonces si basada en esa fe que procesa tiene los pantalones para pararle el carro a sus “amiguis” de la ruptura y les pone en vereda ahora que es jefe de ellos.
lunes, 20 de julio de 2020 · 06:45

Luego de la desastrosa actuación que tuvieron en la asamblea los nombres de dos de los emblemas de “la ruptura”, hoy partida de los 25, pues ante el bochorno de lo sucedido está claro que terminan desgastados y sin legitimidad para seguir al frente de la asesoría y dirigencia de los hilos del gobierno del presidente Moreno.  Creo que debemos darnos un espacio para darle el beneficio de la duda y el apoyo a la nueva vicepresidenta María Alejandra Muñoz, quien en su camino de manera silenciosa logró acoger, ya sea por rechazo o por cualquier motivo, los votos necesarios para llegar a la vicepresidencia. Amiga o no partícipe de “los ruptura”, lo cierto es que en ella está decidir si quiere ser un títere más de los jóvenes de corazones ardientes que hoy por hoy manipulan al morenísimo o si quiere pasar a la historia como una vicepresidenta emblemática que trabajó por corregir los errores que se han cometido y apoyar los aciertos que también han existido.

Es ella una mujer joven e inteligente que sufrido en su entorno familiar por altas pruebas que le ha presentado la vida y que ha sabido trabajar en su entorno para fortalecerse en familia con sus hijos y con su marido. Es así como en su entorno decidió dar su primer pronunciamiento formal como vicepresidenta en la cuna de la iglesia católica, en el seno de los creyentes dando así una clara demostración de fe. Por lo menos ese es un gran mensaje, pues sea de la religión que sea sabemos que tiene presente que existe un ser supremo que desde arriba nos mira. Es un buen indicio, pues nos proyecta que las cosas que ella tratará de hacer son y serán por la comunidad y por el país.

Veamos entonces si basada en esa fe que procesa tiene los pantalones para pararle el carro a sus “amiguis” de la ruptura y les pone en vereda ahora que es jefe de ellos. Veamos ahora si en el apoyo que brinda al presidente como su mano derecha puede asesorarle en bienestar del país. Esperemos que en los próximos 90 días se defina el estado político de la contienda electoral que se avecina y nos demuestre también su imparcialidad ante el saliente vicepresidente que fuertes olas de candidatura trae. Esperemos que se concentre en hacer su trabajo libre de presiones políticas de los que han manejado las riendas tan desastrosamente en este último cuatrienio. Esperamos que le dejen labrase su camino los que indirectamente ahí le pusieron. ¡La historia y sus actos la juzgarán!

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