OPINION

COVID y el cambio de cultura

La pandemia nos ha traído un rediseño para nuestra conducta cotidiana
jueves, 18 de junio de 2020 · 22:13

La pandemia nos ha traído un rediseño de conducta, tanto en lo personal como en lo laboral y ha dejado atrás una serie de tradiciones, costumbres, hábitos y actividades, que necesariamente deberán adaptarse a la nueva normalidad y en los más diversos órdenes, sean cotidianos, individuales y sociales. Será necesario también acompañar esta transición con un fuerte liderazgo ejecutivo que pueda entender que no es simplemente la tecnología, la que constituye una herramienta para el proceso, si no, un verdadero modo distinto de hacer las cosas, en base a procesos productivos que consideren los  protocolos para el cuidado personal, la separación social, los nuevos implementos de trabajo, la seguridad, áreas de alimentación, de descanso y control médico, por lo que, se vuelve necesario invertir en un medio distinto para poder trabajar, bajo la nueva modalidad de flexibilidad, de gestión y de movilidad, en la que debe haber rendición de resultados funcionando en una cultura, de libertad y confiabilidad de los colaboradores. 

Un elemento básico para que esto funcione es la comunicación a todos los niveles, tanto en dirección horizontal, como vertical y el seguimiento permanente de las acciones y los resultados, en el marco de la necesaria visión y de entender los objetivos de largo plazo.

Ciertamente, la pandemia no nos dio opción y nos obligó a la inmediata reacción para poder tomar al toro por los cuernos, con el objetivo de satisfacer al cliente que es el único que puede ser juez y el rey del proceso y es quien debe valorar la calidad de los bienes y servicios, su grado de satisfacción y especialmente la oportunidad y disponibilidad de estos.

Hoy en día, cobra vital importancia la preparación del personal para funcionar en un entorno y con empatía, tanto individual como familiar, utilizando las herramientas tecnológicas requeridas para acomodarse a las circunstancias; a las necesidades de todos los colaboradores, así como también, de los clientes, para cumplir con todos los compromisos adquiridos. No está por demás recordar que, deberá darse un cambio total en los procedimientos de producción, laborales, de atención al cliente, logística, de ventas, comercialización, marketing, inclusive de cobranzas y pagos, actividades que se deberán respaldar en una constante actualización de los medios tecnológicos.

El cambio no se da por espontaneidad y puede ser exitoso si se lo hace bien, así como, catastrófico si se falla pues estamos enfrentando un cisne negro, que es disruptivo, que provoca cambios y de igual modo trae nuevas alternativas y opciones. Es una obligada oportunidad para innovar, incorporando medidas adecuadas basadas en la big data y en un adecuado minado y análisis de la información que permita medir eficiencias, pero sin desconocer que es indispensable mantener la motivación y pertenencia incluso manteniendo un aislamiento social. Es verdaderamente un cambio de ADN donde debe estar bien identificados una misión y visión que garanticen la calidad, cantidad y la productividad, protegiendo al recurso humano dentro de un nuevo horizonte con cambios de paradigmas que nos conducen hacia un mundo virtual que es parte integral y central del proceso en marco de las 4ta.  y 5ta. revolución productiva.

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