Clemente Orellana Sáenz

La carrera a la presidencia

Todos conocemos que el ejercicio de la presidencia de cualquier país y más el Ecuador es desgastante, envejece a los presidentes..
lunes, 14 de diciembre de 2020 · 06:00

Parece que serán 17 los binomios presidenciales que correrán tras el solio presidencial y el Palacio de Carondelet, si se aprueba el último con Álvaro Noboa Pontón, que se decidirá en las próximas horas, en el Consejo Nacional Electoral (CNE), de mediocre actuación institucional, con miembros de mayoría incapaces de ser coherentes y aplicar la Ley, sin turbios movimientos políticos espurios, que presionan a torcer los reglamentos electorales y que permiten candidatos con juicios penales, con grilletes, moralmente impedidos de ser candidatos a nada, pero ahí estarán en las papeletas, así no ganen, consiguen un período de tiempo de paz , con la suspensión de los juicios, en su contra. Es inaudito tener tantos aspirantes a conducir nuestro país, empezando que no existen 17 ideologías políticas, sistemas diferentes que den la felicidad a los ciudadanos en el siglo XXI, plagado de pobreza, miseria, madres solteras que no tienen trabajo, que no pueden darles vivienda digna, alimentación adecuada a sus hijos, quienes engrosaran las estadísticas de la desnutrición en nuestros niños, algo que no se puede permitir y se debe cubrir los mínimos calóricos, las proteínas, hidratos de carbono, grasas, oligoelementos necesarios para el adecuado desarrollo del cerebro y luchar con vigor en contra del sobrepeso, la obesidad, la deficiencia de yodo, la anemia que afectan a un porcentaje elevado de nuestra niñez , un sistema sanitario avanzado, de primera, con excelencia, ya quisiera que todos los hospitales de mi país, fueran como el Hospital Metropolitano de Quito, el mejor del Ecuador y uno de los más destacados en América Latina, al cual yo pertenezco desde hace 34 años, al inicio como médico asociado y después como activo, categorías de enorme exigencia académica, docente, moral, ética, en donde se brindan servicios de vanguardia, pero que están vedados a la clase económica pobre, por los precios elevados, a pesar de la gran ayuda social que fue ofrecida con la Fundación Metrofraternidad, ahora inexistente desde hace pocos meses, en la cual atendí durante 8 años y en donde los médicos tratantes del Hospital Metropolitano no cobrábamos un solo centavo, fue una gran conscripción humanitaria y social.

En los sectores de la derecha política, hay cierto pánico que entren en la contienda el binomio correísta de Andrés Arauz- Carlos Rabascall, con tendencias populistas izquierdistas, sería la continuidad de los gobiernos de Rafael Correa Delgado, que dejaron una deuda externa de 60.000 millones de dólares, siendo el mayor endeudador Arauz como representante de Correa, siendo corresponsable de ésta; igualmente produce escozor la candidatura de Álvaro Noboa “el enviado de Dios”, si finalmente se da luz verde a que siga, porque le quitaría votos a Guillermo Lasso-Alfredo Borrero, que son de la misma tendencia, es increíble que un candidato pueda presentarse por seis veces a la presidencia del país, parece un juego de niños, porque seguramente Noboa no puede dormir si no llega a ser presidente, entonces necesita psicoterapia cognitivo conductual para que cambie su obsesión patológica de obtener el poder político del Ecuador. Si en ésta tercera vez Guillermo Lasso no gana, obviamente debe parar los intentos, porque esa sería la decisión de los votantes y con eso no hay nada que hacer, así como puede obtener la presidencia, bajo el refrán “a la tercera va la vencida” eso sucedió con Belisario Betancur político conservador de Colombia y con Salvador Allende socialista en Chile.

Y todos conocemos que el ejercicio de la presidencia de cualquier país y más el Ecuador es desgastante, envejece a los presidentes, entran con el cabello negro y salen cuasi calvos y canosos, la piel arrugada como la provincia de Loja y al final de sus mandatos aborrecidos hasta por sus familiares íntimos; el país tiene graves problemas de liquidez acentuados por la pandemia del Covid-19, Lenin Moreno va a terminar su débil gobierno, viviendo de la caridad de los organismos financieros internacionales, que si no le prestaban la plata, no tenía ni para pagar los sueldos, de la enorme y obesa burocracia, que debe ser corregida por el nuevo mandatario; sin dinero en el presupuesto, no podrán cumplir ninguno de los ofrecimientos de campaña, salud con un sistema sanitario postrado por la corrupción, vivienda inalcanzable, empleo muy  escaso y una alta tasa de criminalidad, asaltos, asesinatos, femicidios secuestros, incremento de la prostitución, los embarazos en adolescentes, las violaciones, que no se solucionan sacando al Ejército a las calles, la solución es encontrar un desarrollo social sostenible, en base a pilares sólidos, como son la educación y la buena nutrición y esto, ¿ cómo se consigue? Con empleo digno y combate a la corrupción, que se lleva un gran porcentaje del presupuesto. Algunos dicen que si gana el Arauz se van del país, yo no, aquí me quedo en mi bello Ecuador.

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