Bolivia en clave democrática

En Bolivia un golpe de Estado en contra de Evo Morales por parte de la derecha, encabezada por Jeanine Añes entablo un gobierno de facto, quien fue el artífice que por sobre la Constitución, avalada por la élite política y junto a los militares se tomará el poder el 12 de noviembre de 2019 aduciendo un fraude electoral al triunfo electoral en primera vuelta por parte del Movimiento al Socialismo, MAS.

Luego de casi un año y de una crisis política reflejada en grandes movilizaciones, crisis económica, sumada el pésimo manejo de la pandemia, tres suspensiones de la fecha de las elecciones, llega a concretarse la convocatoria a elecciones para el domingo 18 de octubre. En el marco de una reñida campaña electoral en donde la derecha arremetió con todo contra los candidatos del MAS, Luis Arce triunfa la presidencia en primera vuelta con el 55.11% frente al 28,83% del segundo lugar Carlos Mesa, siendo un triunfo contundente que supera con más del 26%.

La posesión del gobierno del MAS se dio el 08 de noviembre, Luis Marce resalto que el gobierno se enfocará en la búsqueda en todo momento reconstruir la patria para vivir en paz.

La democracia garantiza la participación electoral, que en última instancia es donde se expresa la voluntad de la gente, y la gente en Bolivia volvió a ratificar el triunfo que le dio a Evo en el 2019 y que fue el pretexto para el golpe de Estado.  

Sin embargo, la democracia no es solo ir a elecciones, sino que los gobiernos en democracia deben garantizar los derechos, bienestar, seguridad, dignidad, esto es lo que la nuestra Constitución incorpora como buen vivir.

En América Latina, los sectores minoritarios, esa élite política, económica y bancaría se han acostumbrado a levantan la bandera de la democracia solo cuando les es funcional a sus intereses, caso contrario, recurren a la desestabilización, a la violencia, a golpes de estado para tomarse el poder o las instituciones democráticas.

Nuestro país en febrero de 2021 iremos a elecciones donde elegiremos presidente, vicepresidente, Asambleístas tanto nacionales como provinciales y Parlamentarios Andinos. Esa será la oportunidad de expresar nuestra voluntad. El próximo gobernante debe dar respuestas contundentes frente a una institucionalidad fragmentada, una crisis economía inducida con una gran deuda, desempleo, crisis sanitaria, etc., se espera, por tanto, no soluciones mágicas, pero si un gobierno que no lo profundice. Que Ecuador se sume a la corriente progresista que está ganando terreno en Latinoamérica, está en nuestras manos.