
En el transcurso de este día, se registraron manifestaciones en varias provincias del país. Los manifestantes rechazan las políticas económicas del gobierno. En especial, el alza del precio de los combustibles cuyo valor fue congelado la semana pasada, también reclaman la precariedad en derechos laborales, y el rechazo a las políticas extractivas.
Ángel Sánchez, presidente del el Frente Unitario de Trabajadores, afirmó que el motivo de la paralización es para exigir que "se deroguen los precios de los combustibles que afecta al pueblo ecuatoriano en general".
Durante las movilizaciones en Quito, al final de la tarde hubo incidentes. En el último tramo algunos manifestantes intentaron pasar las barreras policiales con dirección al Palacio de Gobierno.
La policía los dispersó con bombas lacrimógenas, y los manifestantes respondieron con otras de fabricación cacera y piedras que sacaban de la plaza.